La sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental se han convertido en dos de los paradigmas más significativos para los profesionales de los distintos sectores. A medida que la conciencia ambiental crece, se adoptan regulaciones más estrictas a todos los niveles y es cada vez mayor el número de industrias y disciplinas que combaten activamente la destrucción del planeta. En el sector de la arquitectura, la sostenibilidad es ya un imperativo que rige las construcciones de toda índole. Los arquitectos y diseñadores de todo el mundo se esfuerzan, cada vez más, por crear edificios que sean respetuosos con el medio ambiente y eficientes en términos de recursos.
Y es que, de hecho, son muchos los aspectos a tener en cuenta para construir nuestro proyecto con un propósito sostenible. La planificación, la construcción, los materiales o, incluso, los recorridos y orientaciones, pueden contribuir a edificar un espacio respetuoso con el planeta y que garantice un legado más verde y consciente con el entorno.
Elección de los materiales
Uno de los puntos clave para que un proyecto sea sostenible es la elección de los materiales. En 022 estudio nos caracterizamos por emplear siempre producto local o, si no es posible, nacional.
En la Comunidad Valenciana disponemos de los mayores productores, tanto de materiales cerámicos y revestimientos, como de mobiliario. Por lo tanto, a la hora de seleccionar nuestros proveedores, tratamos de emplear productos de kilómetro cero. Con esta medida, logramos que la huella de nuestros proyectos sea local, alcanzando uno de los ejes principales de la sostenibilidad a la hora de llevar a cabo un trabajo de diseño interior.
Ejemplo de ello es la Horchatería Cal Carrero, en pleno barrio de San Isidro. Un proyecto único situado en un antiguo taller de carros. Para este diseño, 022 estudio partió de la siguiente premisa: la esencia del edificio como componente único. Potenciando la conexión entre el exterior -una particular alquería de múltiples usos en el pasado- y el interior, 022 estudio apuesta por elementos que generen guiños tanto a la tradición particular del espacio, como al producto que ahora se servirá en él y a la cultura autóctona. ¿Los materiales utilizados? Cerámica, pavimento y los colores de la albufera para honrar la cultura valenciana.
Orientación y distribución del espacio
La orientación y distribución del espacio desempeñan un papel fundamental en la creación de proyectos arquitectónicos sostenibles.
Al considerar la orientación de un edificio con respecto al sol y los patrones de viento locales, los estudios de arquitectura pueden aprovechar al máximo los recursos naturales, como la luz solar y la ventilación cruzada, reduciendo así la necesidad de energía para calefacción, refrigeración e iluminación artificial.
Además, la distribución inteligente de espacios puede maximizar la eficiencia y la funcionalidad, minimizando la cantidad de material y energía necesarios para construir y mantener el edificio.
En conjunto, estos principios del diseño contribuyen en gran medida a la sostenibilidad de un proyecto arquitectónico, al reducir su huella ambiental y promover la eficiencia energética, logrando un ahorro energético real.
Reutilizar productos y materiales
Además, de la misma manera que la reactivación de espacios se ha convertido en una práctica cada vez más común en lo que a arquitectura sostenible se refiere, hay ciertos productos y materiales provenientes de derribos que pueden ser utilizados para proyectos de nueva construcción.
Esta práctica implica darle una segunda vida a elementos como madera, ladrillos, ventanas o incluso muebles y accesorios de construcción, rescatándolos de edificios en desuso o en proceso de demolición.
Integrar estos materiales en nuevos proyectos, no solo reduce la cantidad de residuos que terminan en vertederos, sino que también ahorra recursos, al evitar la producción y extracción de nuevos materiales.
Además, el incluir materiales reutilizados dota a los proyectos de un carácter único y auténtico, ya que cada uno de esos elementos encierra una historia propia, contribuyendo a conservar nuestro patrimonio cultural y legando un futuro arquitectónico más respetuoso y consciente.
El uso de energías renovables
La incorporación de fuentes de energía renovable es una práctica cada vez más empleada por los estudios de arquitectura.
La utilización de energía solar, eólica, geotérmica u otras fuentes limpias, no solo reduce la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también disminuye significativamente las emisiones de carbono y el impacto ambiental general de una construcción.
La instalación de paneles solares, turbinas eólicas o sistemas de geotermia en edificios proporciona una fuente de energía más limpia y asequible a lo largo del tiempo y genera excedentes que se devuelven a la red eléctrica, promoviendo la sostenibilidad a nivel comunitario.
Además, esta transición hacia las energías renovables refuerza la resiliencia de los proyectos arquitectónicos ante las fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles y futuras regulaciones medioambientales, lo que se traduce en un enfoque más inteligente y responsable desde el punto de vista ambiental y económico.
Son cada vez más los estudios de arquitectura que tienen en cuenta estos valores a la hora de construir. Y es que la única forma de conservar el planeta es con un cambio de paradigma transversal, que comience con las regulaciones pertinentes por parte de las administraciones, atraviese todas y cada una de las materias y disciplinas profesionales y termine en pequeñas acciones diarias por parte de los ciudadanos. Por eso, en 022 estudio tratamos de que cada uno de nuestros proyectos se rija por valores de sostenibilidad y conciencia medioambiental, construyendo y diseñando ética y conscientemente y tratando de preservar y cuidar nuestro planeta.