Lo que un comensal vive una vez atraviesa las puertas de los restaurantes más exclusivos es mucho más que una experiencia gastronómica. Es un viaje. Un viaje que hace su primera incursión en el paladar, pero que recorre todos y cada uno de sus sentidos, aterrizando -si hay suerte- en ese lugar donde permanecen todos aquellos recuerdos que nos han hecho sentir placer. La cocina es el punto de partida, pero todo ha de acompañar en ese recorrido por las sensaciones del comensal: el diseño, los aromas, el ambiente lumínico, la decoración, la acústica… Por eso, ante un proyecto de restaurante, un estudio de arquitectura ha de tener en cuenta diversas especificaciones que van más allá de la estética y la disposición de las mesas. Se debe crear un espacio en el que funcionalidad y diseño conjugan el mismo idioma, garantizando ese recorrido por los sentidos del comensal. Estas consideraciones abarcan desde la infraestructura básica, hasta los detalles más refinados del diseño interior y la operación.
Cuestiones como el recorrido de las mesas, las dimensiones de la cocina o la altura de la barra son las que marcan el valor diferencial del proyecto y es en estos pequeños detalles donde se encuentra la excelencia. Son, de hecho, esos pequeños detalles los que acarician el alma del comensal, convirtiendo el restaurante en un lugar al que siempre querer volver.
1. Altura de la barra y del mostrador
Como ya hemos mencionado en un artículo anterior de este blog, la altura de la barra o el mostrador es esencial para garantizar la comodidad, tanto de los clientes, como del personal.
La altura estándar de una barra de bar suele oscilar entre los 110 y 115 cm desde el suelo. Sin embargo, esta altura puede variar según el diseño y el tipo de asientos utilizados. Asegurarse de que la altura sea adecuada permite que los clientes se sientan cómodos mientras disfrutan de sus bebidas o comidas.
2. Dimensiones de la cocina
La cocina es el alma del restaurante. Y, aunque se trata de un espacio rara vez frecuentado por el comensal, es donde se articula toda su experiencia, por lo que debe ser eficiente y funcional, garantizando la mayor fluidez y comodidad a la hora de trabajar. Algunas especificaciones técnicas clave incluyen:
- Espacio de trabajo para el personal: Debe haber suficiente espacio para que el personal de cocina se mueva cómodamente y realice sus tareas de manera eficiente.
- Ubicación de electrodomésticos: La disposición de estufas, hornos, refrigeradores y otros electrodomésticos debe ser ergonómica para facilitar el acceso y el flujo de trabajo.
- Áreas de almacenamiento: Se deben proporcionar áreas de almacenamiento adecuadas para alimentos secos, productos frescos y suministros.
- Ventilación: Los sistemas de ventilación deben cumplir con las regulaciones locales y garantizar la eliminación eficiente de humo y olores.
3. Pavimentación duradera y antideslizante
La elección del pavimento en un restaurante es crucial para la seguridad y la higiene. Se debe seleccionar un material duradero que sea fácil de limpiar y resistente al desgaste constante.
Además, es esencial que el pavimento sea antideslizante para evitar accidentes en áreas donde el suelo pueda estar mojado.
4. Distribución del recorrido y espacio entre mesas
La disposición de las mesas y la distribución del recorrido en el restaurante son clave en la experiencia del cliente y en la eficiencia del servicio. Por tanto, a la hora de abordar esta parte del proyecto, los estudios de arquitectura deben tener en cuenta diversos factores:
- Espacio entre mesas: Debe haber suficiente espacio entre las mesas para que los clientes y el personal se muevan cómodamente. Esto es crucial tanto para la comodidad como para el cumplimiento de los códigos de seguridad y accesibilidad.
- Flujo de tráfico: El diseño debe prever un flujo de tráfico lógico para evitar congestiones y garantizar que el personal pueda acceder fácilmente a todas las áreas del restaurante.
- Zonas de espera: Si se prevén áreas de espera para los clientes, estas deben estar estratégicamente ubicadas y contar con asientos cómodos y un ambiente acogedor.
5. Iluminación y acústica
Como ya hemos mencionado en un artículo anterior, la iluminación en el diseño de un restaurante es un elemento clave. Los distintos ambientes lumínicos marcarán la esencia y el alma del restaurante, de la misma manera que el diseño de interiores será una extensión de la cocina y la personalidad del chef. Por tanto, y teniendo en cuenta la psicología del color, seleccionar la temperatura de color adecuada, no solo puede alterar y modificar el apetito de los comensales, sino que puede inferir en su percepción del espacio y en las sensaciones que experimenta.
No obstante, si hay un elemento que marcará -para bien o para mal- la experiencia del comensal es la acústica. Es preciso, pues, utilizar materiales de revestimiento acústico adecuados y disposiciones de mesas estratégicas para controlar el nivel de ruido y permitir conversaciones cómodas, íntimas y fluidas.
6. Mobiliario ergonómico y duradero
La elección de mobiliario adecuado es esencial. Partiendo de cuestiones básicas, como la comodidad y resistencia al desgaste de sillas y mesas, el diseño de los mismos debe ser un elemento más de la experiencia gastronómica.
Además, la disposición de los asientos debe permitir un acceso fácil y cómodo para los clientes y el personal.
7. Accesibilidad universal
El diseño del restaurante debe cumplir con las regulaciones de accesibilidad para garantizar que todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades de cualquier tipo, puedan acceder sin dificultades. Esto implica la instalación de rampas, baños accesibles y pasillos lo suficientemente amplios.
8. Tecnología y sistemas de pago
Las especificaciones técnicas también incluyen la ubicación de sistemas de pago, como terminales de tarjetas de crédito y efectivo. Además, se debe considerar la infraestructura para Wi-Fi y sistemas de entretenimiento si corresponde al concepto del restaurante.
9. Normativas locales y de seguridad
Por último, pero no menos importante, el diseño del restaurante debe cumplir con todas las normativas locales y de seguridad, que pueden variar según la ubicación y el tipo de establecimiento. Esto incluye cuestiones como la instalación de extintores, salidas de emergencia y sistemas contra incendios, entre otros.
Estos son solo algunos de los elementos que un estudio de arquitectura debe considerar a la hora de abordar el proyecto de un restaurante. Al considerar estas especificaciones y tratar cada detalle con mimo y atención, es cuando se crean espacios que van mucho más allá de la funcionalidad. Espacios que permanecerán en la retina y la memoria del comensal, convirtiéndose en ese lugar al que volver una y otra vez.