Con la llegada del éxodo rural y el frenesí de las ciudades, todos aquellos oficios que conformaban el tejido artesanal de disciplinas como la arquitectura y el diseño de interiores fueron desapareciendo, llevándose consigo una parte significativa de la identidad cultural de nuestro país. Alfareros, ceramistas, artesanos del cuero, tapiceros o mosaiquistas vieron cómo la automatización y la producción en masa conllevaban un abaratamiento de los costes que invisibilizaba todos los procesos artesanales en los que cada detalle es trabajado meticulosa y conscientemente a mano. De manera que, para todos aquellos artesanos que dedicaban días, e incluso semanas, a fabricar cada una de sus piezas, se hizo insostenible competir con la velocidad de la producción en masa y su consiguiente reducción de costes, provocando, durante algunos años, una casi extinción de estos oficios.
No obstante, si algo nos enseña la moda es que todo vuelve. Y al igual que los vinilos o las prendas de los 90, la cerámica, los tapices, el suelo de mosaico y la alfarería han visto como en estos últimos años ha habido un repunte en su demanda. Esto viene dado, por supuesto, por la aparición de nuevas tecnologías y herramientas digitales que ofrecen una comunicación global y facilitan la producción, permitiendo que los artistas, creadores y artesanos se replanteen su modelo de negocio. Pero, sobre todo, tiene su origen en un creciente sentimiento de nostalgia y de búsqueda de la autenticidad. Entre los cientos de muebles de corte y estilo similares que decoran la mayoría de las viviendas y espacios, son muchos los que buscan lo genuino, la diferenciación. Y es ahí donde entran todos estos artesanos que han sabido reinventar sus métodos, manteniendo su esencia.
De la tradición a la innovación
La reinvención de los oficios artesanales no significa, por tanto, dejar de lado la tradición que los caracteriza. Más bien, implica una reevaluación creativa y una adaptación a las demandas modernas. Los oficios como la cerámica y la alfarería combinan, cada vez más, técnicas ancestrales con diseños contemporáneos, creando piezas únicas que atraen, tanto a amantes de la artesanía, como a los coleccionistas más exigentes
De manera que la tradición y la habilidad crean una simbiosis perfecta con la innovación en el diseño, teniendo como resultado un producto que se adapta a los nuevos tiempos, sin dejar de honrar su acepción cultural.
Preservación de técnicas olvidadas
España es un país caracterizado por una extensa tradición artesanal que se ha transmitido a lo largo de los siglos, de generación en generación. Por tanto, estas formas de expresión artística no solo son testigos de la habilidad de los artesanos, sino que también reflejan la identidad y el patrimonio cultural de nuestra tierra. Con la reinvención de estos oficios se lleva a cabo una tarea crucial para mantener la entidad de nuestro país: la de preservar técnicas ancestrales que están en riesgo de desaparecer.
La tradición de todos estos oficios es, por tanto, un legado cultural que perdura a través del tiempo, dejando una huella indeleble en la arquitectura y el arte y tejiendo vínculos entre las distintas comunidades y su historia.
Diseño de interiores con carácter
El estilo nórdico, de estética minimalista, predominancia de muebles en colores blancos o grises y líneas sencillas se ha colado en el diseño de interiores de muchos espacios, convirtiéndolos en reproducciones de un mismo tema y desbancando el carácter y la identidad de nuestra tierra.
En España nos caracterizamos por los colores vivos, las texturas y los patrones que son reflejo de la diversidad geográfica y la historia del país. Desde los vibrantes azulejos de Andalucía, hasta los intrincados detalles de la arquitectura gótica y barroca, España es una tierra que celebra la pasión y la vitalidad en cada uno de sus diseños. Por eso, con la corriente de estilo nórdico y los grandes almacenes de producción en masa, se corre el riesgo de homogeneizar los espacios, perdiendo la individualidad y la riqueza de nuestra cultura.
La reinvención de la artesanía trae de vuelta la apreciación por la exuberancia de nuestra arquitectura, poniendo el foco en la personalización y el trabajo a medida. A través de esos oficios, se genera una demanda de muebles y objetos únicos que captan la esencia y personalidad de su comprador, convirtiendo cada pieza en una expresión artística que trasciende la funcionalidad básica.
El papel de la tecnología y las Redes Sociales
No cabe duda de que uno de los aspectos que han inferido en la reinvención de estos oficios es la globalización. Gracias a la tecnología y las Redes Sociales, los artesanos pueden alcanzar audiencias globales, exportando nuestro arte y nuestra tradición a otras partes del mundo y permitiéndoles, además, aumentar las ventas y costear la producción de cada una de sus piezas.
Además, la tecnología permite a los artesanos implementar nuevas técnicas de fabricación. Por ejemplo, son muchos los ceramistas que han incorporado la tecnología de impresión 3D para crear sus piezas, manteniendo el tacto y la esencia distintiva de la cerámica hecha a mano, pero agilizando sus procesos.
Tradición y sostenibilidad
La arquitectura y el diseño se rigen, cada vez más, por los valores de la sostenibilidad. Estas dos disciplinas se han convertido en agentes del cambio, apostando por la reinserción de técnicas y materiales naturales que permiten construir, sin destruir el planeta. Por eso, en la reinvención de estos oficios está cobrando una importancia cada vez mayor la búsqueda de un equilibrio entre la artesanía y el respeto por el medio ambiente.
La utilización de materiales sostenibles en oficios tradicionales como la cerámica, la alfarería, la creación de alfombras y cuero, el trabajo de los tapiceros, cesteros, mosaiquistas, silleros y marqueteros se convierte, pues, en la clave de estos oficios, que evolucionan para adaptarse a un mundo que valora la responsabilidad ecológica.
En la cerámica y la alfarería, la adopción de arcillas locales y materias primas naturales no solo conserva la autenticidad y el carácter de las piezas, sino que también reduce la huella ambiental, al minimizar el transporte de materiales. En la creación de alfombras y productos de cuero, el enfoque en tintes naturales y procesos de curtido menos tóxicos preserva la salud de los artesanos y del medio ambiente. Además, la utilización de técnicas de tapicería y cestería que emplean fibras naturales locales promueve la sostenibilidad y el comercio local, al apoyar prácticas agrícolas responsables y la reducción de residuos.
En resumen, la utilización de materiales sostenibles en estos oficios tradicionales no solo refuerza la conexión con la naturaleza, sino que también contribuye a la preservación de estas artes y oficios para las generaciones futuras, honrando el legado y la creatividad de los artesanos, mientras se avanza hacia un futuro más consciente.
Por tanto, la reinvención de los oficios que un día tejieron la identidad cultural de España, se convierte en un testimonio de adaptabilidad y creatividad humana, fusionando la tradición con la innovación y preservando el patrimonio cultural de un país que ha destacado históricamente por la riqueza y el carácter de sus diseños y su artesanía.
por Rocío Tuset