Hay algo mágico en todos aquellos espacios a los que se les da una segunda vida. El olor y el tacto de cientos de historias pasadas es palpable en cada rincón y, aunque el nuevo uso no tenga nada que ver con el anterior, todo lo que allí un día sucedió permanece en el aire, impregnando el ambiente de algo muy parecido a lo que los portugueses acuñan como saudade: Una especie de melancolía feliz por devolverle la vida a un lugar que se creía ya olvidado.
La reconversión de espacios y edificios es una práctica que impulsa la innovación, la sostenibilidad y, por supuesto, la preservación del patrimonio construido. Esto último, lo más intangible, pero también de un valor incalculable.
En lugar de demoler y construir desde cero, la reconversión permite aprovechar las estructuras existentes para darles un nuevo uso y, así, atrapar en ellas la esencia de años pasados y el potencial de años futuros. A los beneficios económicos y medioambientales, se le suma la preservación de una identidad cultural que sigue viva gracias al urbanismo y la arquitectura.
Y, si hay una ciudad en la que esto adquiere relevancia, es Valencia. En nuestra idiosincrasia está muy presente aquello del resurgir de las cenizas. Quizá por eso, desde hace ya unos años, decenas de espacios ya olvidados han renacido con fuerza, convirtiéndose en puntos álgidos de efervescencia cultural y económica. Siempre vibrantes, todos estos lugares se llenan hoy de un público muy distinto al original, adquiriendo relevancia y generando un impacto positivo en nuestra ciudad.
Beneficios de la reconversión de espacios
En primer lugar, la reconversión de espacios y edificios permite una mejor utilización de los recursos existentes. Al reutilizar y adaptar las estructuras ya construidas, se evita la necesidad de extraer nuevos materiales y se reduce la generación de residuos de construcción. Esto no solo disminuye el impacto ambiental, sino que también supone un ahorro económico.
Además, la reconversión fomenta la preservación del patrimonio arquitectónico y cultural. Muchos edificios históricos y espacios emblemáticos han sido salvados de la demolición gracias a su reutilización. Al conservar estos elementos arquitectónicos y darles nuevos usos, se mantiene viva la historia y la identidad de una comunidad, generando un sentido de arraigo y valoración de su pasado y su historia.
Otro aspecto importante es la revitalización urbana que se logra a través de la reconversión de espacios y edificios. Muchas ciudades han experimentado una transformación positiva al convertir antiguas fábricas, almacenes o zonas industriales en espacios culturales, comerciales o residenciales. Estas intervenciones arquitectónicas generan un impacto positivo en la vida urbana, atrayendo a residentes, visitantes y empresas, revitalizando áreas en desuso y creando nuevos focos de actividad económica y cultural.
Por último, la reconversión de espacios y edificios es una forma de integrar lo antiguo y lo nuevo, fusionando elementos históricos con diseños contemporáneos. Esta mezcla de estilos y épocas crea espacios únicos y originales que cautivan y sorprenden a quienes los visitan.
Algunos ejemplos de espacios reconvertidos en Valencia
Espacios reconvertidos en restauración
En los últimos años diversos espacios en desuso se han visto reconvertidos en lugares de hostelería y restauración, transformándose en dinamizadores del ocio y convirtiéndose en puntos álgidos de la cultura valenciana.
En La Fábrica de Hielo, las paredes que un día fueran testigo de la fabricación de hielo, acogen ahora un espacio cultural donde poder disfrutar de la gastronomía y de una programación cultural multidisciplinar a orillas del mar.
El recién inaugurado Mercader del Cabanyal, ubicado en una antigua tonelería del siglo XX se convierte en todo un homenaje al barrio que lo ha visto nacer, incluyendo entre su oferta gastronómica diversos puestos de comida que rinden homenaje a las raíces del Cabanyal. En este espacio no solo la estructura se mantiene, sino que, además, parte del mobiliario es reciclado y reutilizado.
Del mismo grupo empresarial y también en el Cabanyal encontramos Marino Jazz, un antiguo mirador de barcos reconvertido en club de jazz que transporta a todo aquel que atraviesa sus puertas a la efervescencia cultural de ciudades portuarias como Nueva Orleans o San Francisco.
Y, por supuesto, no podemos no mencionar el también recién estrenado Mercado de la Imprenta. En este nuevo espacio gastronómico encontramos, donde una vez hubo tintas y rollos de papel, 21 puestos de cocina que enmarcan uno de los edificios industriales más emblemáticos de la ciudad.
Espacios reconvertidos en locales comerciales
La reconversión de espacios en locales comerciales implica la transformación de edificios o estructuras existentes en nuevos espacios para uso comercial. Una técnica que se ha vuelto cada vez más popular, no solo por su eficiencia económica, sino también por su sostenibilidad ambiental y, por supuesto, porque implica la conservación de la idiosincrasia de ciertos lugares que, aunque destinados a una actividad completamente distinta, pretenden mantener su genuinidad primigenia.
Es el caso de la nueva tienda de La Xerea en la calle Serranos (Valencia), desarrollada por 022 estudio. Lo que antaño fue una ferretería, se convierte hoy en una nueva tienda que mantiene algunos de los elementos característicos de su uso anterior.
El local, desarrollado en dos alas unidas en la zona trasera, disponía de un almacén en el sótano con un antiguo montacargas que comunicaba directamente con la calle a través de una trampilla. Sótano hoy habilitado para uso privado y distribución de las distintas secciones en cada uno de los tramos del recorrido de la tienda.
Además, el local contaba también con varias cajas fuertes encastradas en la pared y numerosas cajitas con carteles para guardar el material de la ferretería, así como con el suelo de Noia valenciano -tan típico de la época- y un cartel cerámico que indicaba el año de la riada de Valencia.
Por tanto, a la hora de diseñar el nuevo espacio, 022 estudio partió de la premisa de conservar y respetar la materialidad, el mobiliario y los elementos constructivos originales. Es decir, se conservó todo lo preexistente y, para todos aquellos elementos o mobiliario de nueva incorporación, se emplearon colores y materiales muy futuristas, de manera que lo antiguo contrastaba con lo nuevo, creando un local con una esencia única.
Espacios reconvertidos en museos y teatros
Si por algo se caracteriza el arte es por saber apreciar la belleza hasta en los lugares más recónditos. Por eso, no pueden faltar en esta lista todos aquellos espacios que se han transformado en museos o teatros.
En Valencia, por ejemplo, tenemos Bombas Gens, un centro artístico dedicado sobre todo al arte contemporáneo situado en una antigua fábrica estilo art decó. Arte reconvertido en arte.
Otro ejemplo son Las Naves, antiguas naves empresarias navieras reconvertidas en el centro de innovación social y urbana de la ciudad de València, donde también hay cabida para la programación cultural y musical.
Espacios reconvertidos en centros empresariales
La reconversión de espacios no va, únicamente, de preservar la identidad cultural, sino también de promover la eficiencia e impulsar la economía de la ciudad.
De ahí que ciertas fábricas y espacios se conviertan también en centros empresariales, negocios o centros de atención al cliente.
Algunos ejemplos de ello son La Harinera (antigua fábrica de harina), hoy reconvertida en el Center for Digital Technology and Management; la antigua Tabacalera, transformada en sede de la Generalitat para la Atención Ciudadana; el Hotel Westin Valencia, ubicado en la antigua lanera de Valencia; el Consum emplazado en la antigua discoteca Arena Valencia o el centro biomédico situado en la antigua discoteca Woody.
Cárceles reconvertidas
Y, por último, si hay espacios cuya reconversión implica una renovación total de la esencia del lugar, son las cárceles.
En Valencia disponemos de varias cárceles reconvertidas en lugares que nada tienen que ver con el uso original del edificio. Por ejemplo, la antigua cárcel modelo es hoy la Ciudad Administrativa 9 d’Octubre y la cárcel de mujeres, el Colegio Público 9 d’octubre.
No obstante, si hay un proyecto que encarna los valores de la reconversión de espacios es Sant Miquel dels Reis. Lo que en su día fuese un convento fundado por el duque de Calabria, pasó a ser una cárcel franquista, para convertirse después en el Colegio Público Reina Doña Germana y, finalmente, transformarse en la sede de la Biblioteca Valenciana y de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Este espacio acoge además eventos culturales de diversa índole, entre los que destaca el ciclo de conciertos A la llum de la Lluna.
Música a la luz de la luna para devolver la magia a un lugar que, entre otras cosas, ha sido testigo del horror.
por Rocío Tuset